¡VIVA LA REVISTA!

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viernes, 8 de mayo de 2009

En el fallecimiento de Virginia de Matos... HOMENAJE (II)


Lo que son las cosas y el capricho del destino. Ese insuperable sino al que el célebre don Álvaro del Duque de Rivas se plagaba, ha hecho que Virginia de Matos, la vedette más popular de España durante los años cincuenta falleciese en el mismo mes y, pocos días después, que lo hiciese en 2003 la denominada "otra" reina de la revista, Queta Claver.

Queta, nuestra admirada, venerada, queridísima, bella y nunca suficientemente llorada Queta Claver, nos dejó un 3 de mayo de 2003 en la más completa pobreza y soledad (y eso que éste que les escribe no lo sabía porque si no ya hubiese procurado yo por todos los medios rescatarla del más profundo e einsoslayable de los olvidos al que la habían relegado). Virginia de Matos, falleció el martes 5 de mayo de 2009 en Madrid víctima de una neumonía. Pocas personas seguramente s ehabrán hecho eco de la noticia a no ser por nuestra página ya que ni tan siquiera los medios de comunicación nacional se han percatado de ello.

A pesar de que Virginia ya se encontraba retirada del mundo del teatro desde hacía muchos años, los que la admirábamos (y eso que el que les escribe tan sólo tiene 32 años y no pudo, desgraciadamente, verla sobre los escenarios) y queríamos aún a pesar de no haberla conocido, sabíamos que tenía tres cosas fundamentales en el mundo de la revista: belleza, elegancia y un "pasar la batería" que muy pocas artistas han sabido hacer.

Ahora, tres días después de su fallecimiento, aún nos lamentamos de su irreparable pérdida; si bien nos devuelve la sonrisa saber que, allá, en el cielo de los cómicos, Virginia está junto a Celia, Queta, Zori, Santos, Codeso, Alfonso del Real, Alfonso Goda y tantos y tantos otros artistas de nuestra querida revista que nunca serán lo suficientemente llorados y agradecidos por las sonrisas y los buenos momentos que nos hicieron pasar.

A todos aquellos que no creen en nada, a los que creemos en un Dios que todo lo puede, y a aquellos otros que ni les va ni les viene, recordarles una cosa: somos lo que somos, gracias a lo que hemos sido. Y Virginia de Matos fue, es y seguirá siendo, "la vedette más vedette de todas las vedettes" que pisaron un escenario. Así fue. Así es. Así será.

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