Tras la muerte de Franco, el 20 de Noviembre de 1975 con sus tres días de absoluto luto nacional donde cerraron teatros y cines, el miedo y la duda de los españoles, el destape, las huelgas de actores, etc.… hacen mella en las compañías teatrales y Lina Morgan no especial y fracasa en este proyecto. La actriz desesperada recibe la llamada de José María Iñigo, enterado de la situación, que decide invitarla a su programa de éxito en TVE Directísimo. La actriz y su compañía se traslada para hacer un par de números y a su regreso al teatro se encontró con el cartel de “No hay localidades”. Cartel que no deja de colgar hasta que en 1993 abandona los escenarios teatrales. Lina Morgan nunca deja de pagar a la compañía su sueldo correspondiente. Estuvo sin cobrar durante dos años. Fue en San Sebastián donde amortiza la inversión teniendo que hacer por segunda vez una gira por el norte. Lina había invertido todos sus ahorros en esta aventura empresarial.
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