Enterada de esto, Blanquita le invita a acudir esa misma tarde a su casa de la calle Serrano cuando se vaya su compañero Velilla, que es muy celoso; la luz verde en la ventana le informará del momento oportuno. Llega a la tienda Eleuterio Peláez, amigo de Lozoya, a quien éste cuenta la posibilidad de visitar a Blanquita si encuentra una coartada adecuada para convencer a su mujer.
Peláez, obsesionado con la idea de la muerte, le
aconseja pedir permiso a Blanca para acudir al velatorio de un amigo. Ido
Peláez, Blanca cede a la petición de su marido, que ha decidido que el amigo
fallecido sea el mismo Peláez. Mientras Lozoya se acicala para la cita, Blanca
envía una corona a Peláez, a nombre de su marido, para darle una sorpresa.
Cuando Lozoya ha partido, llega a la tienda el propio Peláez horrorizado tras recibir
la corona mortuoria, y revela a Blanca toda la verdad, acudiendo ambos a la
calle de Serrano para descubir al esposo infiel:
Moreno tiene que ser
el hombre que me camele
rendido siempre a mis pies
lo mismito que un pelele.
Moreno me gusta más,
moreno tiene más sal.
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