En este contexto del año 1975, la actriz con la ayuda de su hermano José
Luis como empresario-gerente-productor-manager, Manuel Baz como libretista y
Gregorio García Segura como maestro musical, monta su primera compañía de
revistas y estrena Pura metalúrgica. Contrata a Arturo López como primer
actor-director de escena, a Florinda Chico como actriz invitada, a Ricardo
Valle, Ramón Reparaz, Amelia Aparicio, Tomas Pico, Emma Amalia, Nicolás Mayo y
Regine Gobin con el ballet Ritmo 77. El debut fue en el Teatro Principal de
Castellón, porque era un compromiso que tenían con el empresario, el 20 de octubre de 1975.
Enseguida se trasladan al Teatro Barceló de Madrid.
La muerte de Franco el 20 de
noviembre, con sus tres días de absoluto luto nacional donde cerraron teatros y
cines, el miedo y la duda de los españoles, el destape, las huelgas de actores,
etc.… hacen mella en las compañías teatrales y Lina Morgan fracasa con este
proyecto. La actriz desesperada recibe la llamada de José María Iñigo, enterado
de la situación, y decide invitarla a su programa en TVE, Directísimo.
La actriz y su compañía se trasladan a los estudios para hacer un par de
números y a su regreso al teatro se encontraron con el cartel de “No hay
localidades”. Cartel que no dejaría de colgar hasta que en 1993 abandona los
escenarios teatrales.
Lina Morgan nunca deja de pagar a la compañía su sueldo correspondiente.
Estuvo sin cobrar durante dos años. Fue en San Sebastián donde amortiza la
inversión teniendo que hacer por segunda vez una gira por el norte. Lina había
invertido todos sus ahorros en esta aventura empresarial.
El 3 de diciembre de 1976 estrena nuevamente en el Barceló, la revista Casta ella, casto él,
de Manuel Baz y García Segura. Por primera vez en el género se contrata a un
director de escena que no es el primer actor de la compañía como siempre había
sido en este género. Desde este espectáculo Víctor Andrés Catena se encarga de
la dirección de escena de los espectáculos de Lina Morgan, a quien acompañan en
este nuevo estreno Florinda Chico, Antonio Ozores, Anne Marie Rosier, Ricardo
Valle, Amelia Aparicio, Víctor Fuentes y Berto Navarro. El éxito es increíble.
Le sigue La Marina te llama, de Manuel Baz y Gregorio Gª Segura,
para la que contrata a Antonio Ozores, Tania Ballester, José Cerro, Amelia
Aparicio, Ricardo Valle, Lola Pons y Berto Navarro. Se estrena en el Barceló el
2 de diciembre de 1977. En un principio la obra no resultaba muy graciosa pero
con el tiempo y las morcillas que metían Ozores y Lina la función pegó un
cambio increíble. Incluso el autor de la obra pedía que en algún momento
dijesen algo que estuviese en el libreto, ya que la obra tenía cortes por culpa
de los dos actores cómicos, quienes se inventaban la función y cada vez que la
representaban, ésta era más larga.
Llega, por fin, el momento de amortizar la inversión, y Lina está
dispuesta a todo, tanto que entabla conversaciones con el empresario Colsada,
con el que no se hablaba desde 1972 y es su hermano José Luis quien media entre
los dos, para comprar el Teatro La Latina de Madrid. Enterados de que Colsada,
que lo tenía abandonado y parecía una barraca vieja, quería deshacerse del
local, consigue comprarlo por la escalofriante cifra de 127 millones de pesetas
que paga en cómodos plazos. Primero lo alquilan y después lo subarriendan. Con
una condición: deben hacer temporada en los teatros Princesa de Valencia y
Apolo de Barcelona propiedad de Matías Colsada.
Tras doce años de ausencia en la ciudad condal por miedo a un boicot por
parte de Matías Colsada, la actriz se presenta ante un público catalogado como
exigente. Le aconsejan que no se presente, que su espectáculo resultará muy
ñoño para aquel público. No hizo caso. Se presenta la noche del 15 de diciembre
de 1978 donde permanece con enorme éxito y diversos homenajes hasta el 5 de
abril de 1979. Su espectáculo La Marina te llama se convierte en el más
milenario y el que mayores ingresos recauda desde la existencia de la SGAE. La
noche del 12 de diciembre de 1979 debuta, después de ocho años de ausencia, en
La Latina. Se convierte en un fenómeno teatral imparable con recaudaciones
insuperables. Para este estreno cambia por completo la compañía contratando a
Anne Marie Rosier, Tito Medrano, Amelia Aparicio, Ricardo Valle, Berto Navarro
y Lola Pons.
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