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viernes, 26 de julio de 2013

Crecimos con las estrellas de la Revista (V): Adriana Vega

Adriana Vega, cuyo nombre real es Antonia López Arroyo, nació en Madrid el 25 de febrero de 1960 y es una de las exponentes de lo que se dio en llamar el género del destape, una forma de hacer cine que causó furor en la España de la Transición (entre 1975 y 1985) y que en una actitud pendular frente a la moral de la época de Franco y que supuso un híbrido entre el cine erótico y la comedia castiza con Mariano Ozores como referente. Bella y natural como pocas en la época fue el objeto oscuro de deseo de adolescentes y no tan adolescentes de la década de los 80 que soñaban en sus fantasías con la joven y guapa actriz.
 
 
Bajo las órdenes de este director Adriana Vega llegó a rodar siete películas. Su debut ante la cámara fue, sin embargo, de la mano de José Antonio Barrero, en el filme La sombra de un recuerdo (1978), que protagonizó junto a Sara Lezana. Posteriormente vendrían títulos como Venus de fuego (1978), Trampa sexual (1978), Historia de S (1979), El liguero mágico (1980), con Andrés Pajares, Cariñosamente infiel (1980), Viciosas al desnudo (1980), Los Liantes (1981) La masajista vocacional (1981), El sexo sentido (1981), "Una gallina muy ponedora" Coproducción México-España dirigida por Rafael Portillo en 1982. El Cid cabreador (1983) (que fue la única incursión en el mundo del cine del domador de leones Ángel Cristo) o Juana la loca... de vez en cuando (1983), junto a Lola Flores. Intervino en varias películas dirigidas por Mariano Ozores Al Este del Oeste (1984), El recomendado (1985), Cuatro mujeres y un lío (1985), Esto sí se hace (1987), Jet Marbella Set (1991).
 
 
A partir de 1985 reduce sus apariciones en cine y dedica más tiempo al mundo del teatro, medio en el que había debutado seis años antes con Siempre no es toda la vida, de Santiago Moncada, interviniendo en la obra Revistas del corazón, de Juan José Alonso Millán, junto a José Luis de Vilallonga y Analía Gadé.

 
Entre 1990 y 1993 rueda cinco películas destacando la película de terror Trampa Infernal y La noche del ejecutor, de Paul Naschy.

 
Tras esa etapa su única aparición ante las cámaras fue en televisión. En la pequeña pantalla se estrenó con el programa de humor Sumarísimo (1978), de Valerio Lazarov), e intervino años después en la serie Hostal Royal Manzanares (1997), junto a Lina Morgan, y en la que interpreta a Magda, una mujer madura y soltera pero que conserva todavía un enorme atractivo para los hombres.
Tras esa experiencia, ha permanecido apartada de la interpretación.

 

 

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