
El modisto y colaborador de la vedette acudió a la casa donde éste vivía temporalmente y, a pesar de las insistentes llamadas, no obtuvo respuesta. Aunque poseía una llave del piso de la casa no quiso hacer uso de la misma y pidió al portero que le acompañara. Al abrir la puerta notaron un fuerte olor a gas, por lo que, inmediatamente, procedieron a abrir las ventanas hallando los dos cadáveres en una de las habitaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario