¡VIVA LA REVISTA!

¡VIVA LA REVISTA!

miércoles, 6 de enero de 2010

1910-2010: Cien años de... La corte de Faraón (X)


CUADRO CUARTO

"De capa caída"


Estancia regia del palacio de Faraón. En el fondo de esta estancia un hueco en medio punto y cuadrilongo, donde va un lecho de la época cubierto con tapices y pieles. A ambos lados de este hueco dos grandes pebeteros egipcios. El lecho estará sobre una grada de un peldaño. Esta grada la cubrirá un rico tapiz que baja hasta el centro de la escena. En los dos ángulos del fondo de esta decoración, dos estatuas egipcias de mármol negro. A la derecha gran ventanal, que se supone da a los jardines de palacio, por donde entrará luz del día que contrastará con la artificial de una lámpara egipcia que pende del techo de la estancia. A la izquierda, dos grandes puertas practicables. Todos los detalles arquitectónicos y de mobiliario a gusto del pintor.


(Faraón, tendido en el lecho, y a su lado de pié escanciándole en una copa con una ánfora, la Reina. Sobre el tapiz del centro y en actitudes artísticas Mujeres con trajes egipcios de hombre. Coperos del Rey con ánforas y vasos.)


M Ú S I C A

REINA Bebe, bebe, mi señor,
del rico vino de Antila
bebe y reposa que ya
amanece el nuevo día.
COPEROS Bebe el vino sabroso
vino rico y dorado
que en tus regios lagares
pisó el esclavo.
REINA Si quieres mi dueño
que arrullen tu sueño
de Nínive bella
canciones de amor
hermosas mujeres
que brindan placeres
vendrán a cantarte
su dulce canción.

(Hacen su entrada Sul, Salech, Amón y Coro de Señoras. Visten trajes de bohemios babilónicos. Llevan unos panderos triangulares con campanillas.)

De Nínive, do reina Sardanápalo,
venimos hoy aquí,
y al son de sus canciones melancólicas
cruzamos el país,
al aire resonando nuestros címbalos
a Menfis la inmortal,
SUL llegamos los cantores babilónicos
SALECH tras largo caminar.
AMÓN Andando,
BOHEMIOS llevando,
doquier
nuestra canción.
Cantando,
danzando,
moviendo
el tin tan ton.

SUL Una canción babilónica
voy a cantar.
CORO Toda la grey faraónica
te va a escuchar.
_____



SUL Son las mujeres de Babilonia
las más ardientes que el amor crea,
tienen el alma samaritana,
son por su fuego de Galilea.
Cuando suspiran voluptuosas
el babilonio muere de amor,
y cuando cantan ponen sus besos
en cada nota de su canción.
Ay, Ba... Ay, Ba...
Ay, Babilonio que marea.
Ay, va... Ay, va...
Ay, vámonos pronto a Judea.
TODOS Ay, va... Ay, va...

SUL (Suspiro.)
¡Ay!
Vámonos allá.
_____

Como las hembras de Babilonia
no hay otras hembras tan incitantes,
arde en sus ojos de amor la llama,
buscan sus labios besos amantes;
como palmeras que el viento agita
doblan si danzan sus cuerpos bellos
dando en sus giros al aire ardiente
la negra seda de sus cabellos.
Ay, Ba... Ay, Ba...
etc., etc.


H A B L A D O

REINA Basta. Callad, babilónicos,
que el Faraón se ha dormido.
SALECH Mi reina... pues que los Dioses
le den un sueño tranquilo,
aunque habiendo visto a estas
el tin tan ton... yo imagino
qué va a soñar el monarca,
y va a dar cada respingo
en el lecho, que ya ya.
AMÓN Siempre nos pasa lo mismo:
nos ve un monarca y se duerme.
SUL De gusto, no de aburrido.
SALECH Faraona... Osiris te guarde.
Niñas... Vamos despacito,
de puntillas, para no
despertar al rey egipcio.
Semíramis, diecisiete,
Babilonia. A tu servicio.

(Vanse de puntillas con música piano en la orquesta por la segunda izquierda.)

REINA (A los Coperos.)

Dejadme sola.

(Vanse los Coperos por la segunda. Mirando al Faraón dormido.)

¡Qué hombre!
¡Siempre borracho perdido!
¡Siempre durmiendo! ¡Por qué
me unieron a su destino,
para vivir sin amor,
sin halago y sin cariño!

(Por la derecha entra Lota muy agitada.)

LOTA ¡Justicia! ¡Favor!
REINA ¿Qué es esto,
Lota?
LOTA Amparo necesito.
¡Ay, gran señora!
REINA Más bajo
que duerme allí mi marido.
LOTA ¡Perdón!
REINA ¿Dime qué te pasa?
LOTA Señora... Un esclavo indigno
ha penetrado en mi alcoba
aprovechando un descuido,
sabiendo que estaba sola
porque a la guerra ha partido
aquel, que por pocas horas,
me habéis dado por marido.
REINA ¿Y qué te hizo?
LOTA Pensarlo,
porque no debo decirlo.
REINA ¿Te ha abrazado?
LOTA ¡Mucho más!
REINA ¿Te ha besado?
LOTA No os lo digo.
REINA ¡Pues acaba de una vez!
¿Qué te ha hecho ese bandido?
¿Tal vez te ha metido mano?
LOTA Pues todo lo que ha podido.
Y si no es porque he luchado
y he lanzado fuertes gritos,
a estas horas Putifar
se ha ahorrado un buen trabajito.

(Por la primera izquierda entra José, al que traen sujeto Selhá y Seti.)

LOTA (Señalándole y muy excitada.)

¡Y ahí le tenéis, señora!
¡Ese es el atrevido
que mi honor ha mancillado!

REINA (Aparte.)

¡Pues es guapo y jovencito!
LOTA Pido que le den castigo
por pretender...

JOSÉ (Protestando.)
¡Eso es falso!
¡Todo es mentira! Ella quiso
que yo la hiciera una cosa
que por vergüenza no digo.
Y como me negué...
SETI ¿Que te negaste?...
JOSÉ Repito
que así fue como pasó.

SELHÁ (Aparte a Seti.)

¡Es tonto este jovencito!
LOTA ¡Has abusado de mí!
JOSÉ ¿Yo? ¡Pues sí que estoy listo!

(Gritando.)

¡Todo es mentira, mentira!
LOTA Yo justicia necesito.
FARAÓN (Despertándose y bajando del lecho.)

¡Por los cuernos del Buey Apis!
¿Quién despierta al Rey de Egipto?

JOSÉ (Aparte.)

¡Caracoles!... Faraón.
REINA ¡Señor!... Aquí Lota vino
a pedir justicia.

FARAÓN (A Lota.)
Habla.
JOSÉ Quien va a hablar y muy clarito
soy yo.
SELHÁ ¡Silencio!
SETI ¡Silencio!
FARAÓN ¿Quién es este jovencillo?
LOTA El que estando yo en mi estancia
sola, porque a mi marido
le llamaron los clarines...
para hacer el ejercicio,
entró...
FARAÓN ¿Pero Putifar
en esos momentos críticos
de la noche de la boda
caso a los clarines hizo?
En tal caso, ni se oye
la trompeta del Juicio.
LOTA Pues se marchó al primer toque.
FARAÓN Prosigue. (¡Valiente primo!)
LOTA Entró en mi estancia este esclavo
y pretendió...
FARAÓN Comprendido.
LOTA Y me quedé con su capa
para probar su delito.
JOSÉ Se quedó, porque tiraba.
FARAÓN Basta; que en este litigio,
pues la ofendida es mujer,
también el juez determino
que lo sea. Tú, mi Reina,
escogerás el castigo.
Tengo dolor de cabeza
de los vapores del vino
y me voy a los jardines
a ver si a solas dormito.
TODOS (Saludando.)

¡Gran señor!
FARAÓN (¡Qué Putifar,
irse a hacer el ejercicio!)

(Vase segunda izquierda.)

REINA (Mirando a José.)

¡Qué hermosa presencia tiene!
LOTA ¡Que juzgues a este atrevido
te demando, gran señora!

JOSÉ (Aparte.)

¡Qué querrán hacer conmigo!

REINA (A Selhá y Seti.)

Soltadle.
SELHÁ Y SETI Ya está.
REINA Salid.
SELHÁ (Saludando.)

¡Señora!
SETI Con tu permiso.

(Vanse primera izquierda.)


M Ú S I C A

REINA Para juzgar
y sentenciar
quiero saber
lo que pasó,
precisa, pues
reproducir
lo que en tu estancia
sucedió.
LOTA Yo estaba muy triste
y llorosa estaba,
porque sin saberlo
algo me faltaba.


JOSÉ Yo entré a distraerla
y ella me miró,
yo bajé los ojos
y ella se acercó.
REINA Y al tener
junto a ti
a una hermosa
mirándote así
sentiste un no sé qué,
tan dulce sensación,
que hiciste con los brazos
lo mismo que hago yo.

(Le abraza.)

JOSÉ ¡Ay, señora,
no, señora,
qué manera
de apretar!
Pues, señor, aquí son todas
como las de Putifar.
LOTA Me parece, gran señora,
que esto va a acabar muy mal.
REINA Es que si no me entero bien
no puedo sentenciar.
LOTA Comprendo ya vuestro interés,
pero esto es abusar.
JOSÉ Me estoy temiendo yo que aquí
me ocurra algún percance a mí
y que mi decantada castidad
se perderá.
REINA Ven aquí, quiero yo.
LOTA No desdeñes mi amor.
REINA Soy la Reina y lo mando.
LOTA Pero él es mi esclavo.
JOSÉ Por Dios,
si no quise con una
¿cómo he de atreverme con dos?
LAS DOS Ven aquí. Mírame,
no te sientas tan casto, José.


ELLAS

Mis brazos te darán
caricias y calor.
Ven junto a mí.
Las dos así.
Gocemos de mi
eterno amor.
Un eterno amor
podemos disfrutar
mi bien que es el placer mayor.
ÉL

Al fin conseguirán
que muera de rubor.
¡Pobre de mí!
Las dos aquí.
Al fin me sacan el color.

Esto es un horror.
Yo creo que no salgo bien
con eso del amor.


H A B L A D O

LOTA Yo he venido a que lo juzgues.
REINA Pues mira, yo le perdono.
LOTA ¿De veras?
REINA Y tan de veras.
LOTA ¿Sabes que me dan antojos
de perderte aquí el respeto
y de señalarte el rostro?
REINA Putifara, cállate
que me dan náuseas y todo
y si dejo de ser reina
y desciendo de mi trono
te va a pesar.
LOTA ¡A mí, Menfis!
JOSÉ Se van a arrancar el moño.
¡Nobles egipcias, por Isis,
por Anubis!... ¡Por el toro
sagrado... qué vais a hacer!
Señoras... poquito a poco...
siquiera por las Pirámides
un poquito de decoro.
REINA Vaya, se acabó. A José
a mi servicio lo tomo.
Ni más, ni menos... ¿Te enteras?
LOTA A ese le compró mi esposo
para que a mí me sirviera.

REINA (Cogiendo a José.)

¡Ven por él!
JOSÉ ¡Ay qué sofoco!

LOTA (El mismo juego.)

Este es mío y retemío.
REINA ¡Generala!...
LOTA ¡Reina!
JOSÉ Corro
y salto por la ventana
porque si no, no respondo.

(Va hacia el ventanal y le detienen.)

REINA No te tires.
LOTA No te tires.

(Tirándole de las vestiduras.)

JOSÉ ¡Ay!... ¡Que me lo rompen todo!


M U T A C I Ó N

No hay comentarios: