¡VIVA LA REVISTA!

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miércoles, 6 de enero de 2010

1910-2010: Cien años de... La corte de Faraón (XI)


CUADRO QUINTO

"Arikón se declara"


Un telón corto de un gran pasillo de palacio. Un gran ventanal al centro por donde se verá el jardín. Este telón deberá estar pintado en gasa, a fin de que pueda hacerse transparente y subir a vistas en su debido momento.


(La escena sola. Por la derecha sale José corriendo y mirando hacia atrás con miedo.)


H A B L A D O

JOSÉ ¡Por Anubis, qué señoras!
Y eso que las dos son reinas.
Pero si no escapo a tiempo
ni el taparrabos me dejan.
¡Y hay que ver cómo se agarran
a lo primero que encuentran!
Y el caso es que bien mirado
están las dos de primera.
¡Ay, si yo no fuera tan casto,
con las dos que me atreviera!

(Por la izquierda entra Arikón.)

ARIKÓN ¡Pero José! ¿Cómo vienes
sin casi ropa siquiera?
JOSÉ Pues, por seguir tus consejos
de que a Lota entretuviera
de una manera sencilla,
para que no se aburriera;
resultó que no eran cuentos,
ni bailes, ni zalamemas
lo que Lota deseaba.
ARIKÓN ¡Pues claro!
JOSÉ ¡Nada de claro,
que turbio y bien turbio era
lo que buscaba la dama!
Quería que le pusiera
los cuernos a su marido
mientras estaba en la guerra.
ARIKÓN Pues haberla complacido.
JOSÉ ¡Quita ya! Que cuando vuelva
Putifar es muy posible
que, si de todo se entera,
me mande colgar de un palo
como un chorizo cualquiera.
ARIKÓN ¿Pero es que ella te ha dicho?...
JOSÉ No hace falta que dijera,
porque con sus ademanes
y sus osadas maneras,
a las claritas decía
lo que de mí pretendiera.
ARIKÓN ¿Pero estás seguro de ello?
Mira que si luego fuera
que tú no has interpretado
sus deseos...
JOSÉ ¿No? Pues ella
ha querido desnudarme.
Conque si eso no es la prueba
de que el cuerpo la pedía
una miajita de juerga,
es que yo estoy medio ciego
o que me he vuelto chaveta.
ARIKÓN ¿Y cómo has escapado?
JOSÉ Corriendo como gacela,
mas después me han detenido,
con no muy buenas maneras,
acusado de querer
seducir a la doncella.
Y ante el Faraón, la Lota,
sin tener de mí clemencia,
me ha tachado de atrevido,
violento y sinvergüenza.
ARIKÓN ¿Y qué ha dicho el Faraón?
JOSÉ Que a él le dejaran de cuentas,
y que dejaba mi juicio
a capricho de la Reina.
¡Y aquí ha empezado la causa
de mi segunda tragedia!
ARIKÓN ¿Pues cuál castigo te impuso?
JOSÉ ¿Castigo? ¡Ojala fuera
que me hubiera castigado,
y hasta mandado a galeras!
Pero lo peor ha sido
que, entre la Lota y la Reina,
me han cogido por su cuenta,
como si fueran dos fieras,
para ver cuál de las dos
mis favores consiguiera.
ARIKÓN ¡La Reina también!
JOSÉ Si me descuido, me dejan
cual mi madre me pariera.
Se han puesto como dos fieras,
se han agarrao las melenas
y todo por disputarse
lo poco... que yo valiera.
ARIKÓN Sí que es serio.
JOSÉ Tú lo has dicho.
Y para mí no lo fuera
si yo no estuviera en medio.
ARIKÓN Escóndete.
JOSÉ Bien quisiera,
pero ¿dónde?
ARIKÓN En un sitio
donde seguro estuvieras.
Mi casa yo te ofrezco
para que vivas en ella.
Tengo una alcoba preciosa
puesta de forma coqueta,
con una cama muy amplia
y dos cojines en ella.
Allí estarás tan seguro
como en una fortaleza.
JOSÉ Pero ¿y tú?
ARIKÓN Boba pregunta.
Pues bien clara está mi oferta:
quiero que vivamos juntos
y que conmigo te entiendas.
JOSÉ ¿Qué dices? ¿Que yo contigo
formemos una pareja?
ARIKÓN De momento, los dos solos,
y después... con lo que venga.
JOSÉ ¡Tú estás loco!
ARIKÓN No tan loco.
JOSÉ ¡Pues sí que mi suerte es negra.
Todos queréis lo que nunca
creí que tanto valiera.
ARIKÓN Podíamos ser felices.
JOSÉ ¡Quita ya! ¡Pues bueno fuera!
¿Yo marica? ¡Antes capón
que rendirme a tu exigencia!
ARIKÓN Allá tú. Mas si en la corte
buscas alguna prebenda,
debes ser más... generoso
con lo poquito que tengas.

(Por la derecha aparecen la Reina y Lota que, al ver a José dan un grito como si hubieran encontrado un tesoro.)

LAS DOS ¡Allí está!
JOSÉ ¡Otra vez ellas!

ARIKÓN (Inclinándose.)

Señoras...
LOTA Dinos por qué
te has escapado, José.
REINA ¿No te parecemos bellas?
JOSÉ Sois las dos, dos perfecciones.
Pero, por favor os pido,
dad mi cariño al olvido
y comprender mis razones.
REINA Yo sólo entiendo una cosa:
¡que quiero que seas mío!
ARIKÓN ¡Por Osiris, vaya un lío!
Son las dos igual de ansiosas.
LOTA ¡Acariciarte yo espero!
REINA Y yo dormirme en tus brazos.
JOSÉ Antes que me hagan pedazos
¡pues pies para qué os quiero!

(Forcejean con ellas que se quedan entre las manos con toda la ropa de él menos un calzón corto. José sale corriendo por la izquierda.)

JOSÉ ¡Socorro!
LAS DOS ¡Ven a mi lado!

(Hacen mutis corriendo detrás de él.)

ARIKÓN ¡Por los dioses vaya apuro!
Como lo agarren, seguro
que lo dejan destrozado.

O S C U R O

(Se va haciendo transparente el telón, dejando ver unos telones de gasa transparente también, de un frondoso jardín de palacio.)


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