¡VIVA LA REVISTA!

¡VIVA LA REVISTA!

martes, 5 de enero de 2010

1910-2010: Cien años de... La corte de Faraón (VI)


Pero, sin lugar a dudas, los dos tipos más importantes de esta célebre obra fueron los creados por Carmen Andrés y Julita Fons. De la primera se cuenta que el número de los cuplés babilónicos fue su mayor éxito, con su hermosura un tanto exuberante, muy del gusto para la época, y cuya voz se dijo poseía una “gachinería insinuante” no igualada por ninguna artista de su tiempo; por su parte, de Julita Fons, algo más estilizada, se dijo que “incendiaba de amor las bambalinas y las postales, con su imagen en colores chillones”.

La revista El Teatro publicó, con motivo del estreno de esta obra, la siguiente crítica que no nos resistimos a eludir por tratarse de uno de los grandes éxitos de la época y la bisagra entre la forma de hacer revista de finales del XIX y el principio del XX: “Aunque los autores de La corte de Faraón, dicen habérsela encontrado en el Fleury, no es precisamente una lección de historia sagrada esta opereta. Pero es la obra más afortunada del género alegre que ha salido a la luz en la presente temporada, y váyase lo uno por lo otro. En esta obrita han acertado todos, libretistas, músico y empresa, esta última por la artística presentación de la opereta. El asunto de La corte de Faraón es la historia del casto José puesta en solfa, y no hay que decir el partido que se puede sacar de semejante argumento en una pieza sicalíptica. La música es preciosa; tiene trozos de gran instrumentación y trozos populares; es verdaderamente música de opereta. Hay en ella hasta chistes. Los compases que recuerdan el pito del dios Pan, según Saint-Aubin, la música del rey de la Capadocia, que dijo el inolvidable don Juan Valera, son un chiste musical que glosa y comenta la desgracia de Putifar, a quien un saetazo recibido en mala parte, y todas son malas para recibir una saeta, ha dejado más inválido de lo que parece. De la egiptología se han encargado el escenógrafo Alos, el sastre Vila y el attrezzista, y lo han hecho con propiedad y buen gusto. El desfile de los guerreros egipcios del primer cuadro, “Ritorna vincitor”, nos da la ilusión de que Aida se ha pasado al género chico. En la interpretación tomaron parte, entre otros de menos importancia, la Fons, Carmen Andrés, la Álvarez, Gonzalito, Peña y Allen Perkins. Quien verdaderamente se distingue es Carmen Andrés en los cuplés del babilonio, que dice con la picaresca de una consumada diseuse”.

No hay comentarios: