¡VIVA LA REVISTA!

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miércoles, 4 de febrero de 2009

Casi un siglo de... LA CORTE DE FARAÓN (IV)



Escena II

SELHÁ y SETI.

(Hablado.)

SETI
Selhá, ¿qué dices a esto?

SELHÁ
Seti, ¿qué quieres que diga?

SETI
¡Qué lástima de doncella!

SELHÁ
¡Pobrecita!

SETI
¡Pobrecita!

SELHÁ
Pero, ¿cómo Putifar,
teniendo tan grave herida...
después de la operación...
se casa con esa niña?

SETI
Selhá, que yo no lo entiendo.

SELHÁ
Esto, Seti, no se explica.

SETI
Quizá aguarde de los Dioses
un milagro.

SELHÁ
Es infinita
de los Dioses la grandeza.
Su poder nos maravilla.
Corta en el campo un rosal
y si de dejarle cuidas
una o dos yemas, pues crece
y el milagro se realiza
de verle en la primavera
cuajado de rosas lindas
y de capullos hermosos;
pero hay cosas en la vida
que se cortan y no salen
aunque los Dioses lo digan.

SETI
(Yendo al fondo.)
¿Pero quién llega?... Silencio.

(Ruido por el fondo.)


SELHÁ
Unos cuantos ismaelitas.



Escena III

Dichos, ISMAEL acompañado de dos Ismaelitas y JOSÉ por el fondo.

ISMAEL
¡Salud, egipcios!

SELHÁ Y SETI
¡Salud!

JOSÉ
Salud y muy buenos días.


SELHÁ
¿Adónde vais?

ISMAEL
Al mercado.
A vender...

SETI
¿Qué mercancía?

ISMAEL
(Señalando a JOSÉ.)
Está de venta este hebreo.
Nos lo vendió su familia.

JOSÉ
Mis hermanitos, que son
la peor granujería
de toda Mesopotamia.
Yo no sé si por envidia
de ser más guapo que ellos
o porque todas las chicas
me miraban al pasar
de un modo que me comían,
aunque yo no las miraba
porque bajaba la vista,
porque soy Casto de mío,
me hicieron mil perrerías.
Porque le dije a mi padre
lo que los tunos hacían,
que era atracarse de fruta
siempre que a los campos iban,
y porque en otra ocasión
le referí lo que había
soñado la noche antes,
que fue que, atando gavillas,
las suyas se doblegaban
levantándose la mía...
me cogieron, me llevaron,
me dieron una paliza
y después en cueritatis,
que cualquiera se constipa,
me echaron a una cisterna.
Pasaron los ismaelitas
y me vendieron, lo mismo
que si fuera una gallina,
por veinte siclos, que son
mal contados y deprisa,
pues ciento cincuenta y siete
reales vellón en Castilla.

SELHÁ
¡Pobre mancebo!

SETI
(A ISMAEL.)
¿Es muy caro?

ISMAEL
Queremos darle salida.
Por treinta siclos se vende.

JOSÉ
¿Soy hombre o soy baratija?

SELHÁ
Para nosotros no es.
Mas quizás le convendría
al general Putifar,
como pinche de cocina.

JOSÉ
Bueno, pues haré de pinche,
que eso ni corta ni pincha.

SELHÁ
Se oye rumor en el templo.

SETI
Ya sale la comitiva.

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