Nacido en Almería, este compositor fue uno de los más populares de su época. Escribió para el teatro zarzuelas y revistas de honda arraigambre popular salpicándolas de melodías sueltas y pegadizas prontamente tarareadas por el público que acudía presuroso a presenciar sus obras. Así, a él se deben revistas de éxito como La bien amada (1925) para la que creó el inmortal pasodoble "Valencia", Las inviolables (1934), Los maridos de Galia (1935), Repóker de corazones (1940), Miente... y verás (1941), Multicolor (1942), ¡Oh, tiro-liro! (1943), Melodías para ti (1945), Fantasía 1946 (1946), Cuidado con las señoras (1948), La hechicera en palacio (1950), Peligro de Marte (1952), Ana María (1954), A lo loco, a lo loco (1954) o La chacha, Rodríguez y su padre (1956), entre otras. Gracias a su prodigiosa facilidad para componer, hemos de destacar que casi siempre firmaba junto con su mujer, Lidia Ferreira "Ferri", al maestro Padilla le debemos inolvidables melodías como la celebérrima "Estudiantina portuguesa" (estrenada por la gran Celia Gámez en una creación inolvidable) y "La violetera" o "El relicario", inmortales interpretaciones de Raquel Meller.
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