No sé si los recordaréis, pero hubo una época en la historia dramática de nuestro país en la que deambulaban una serie de carpas portátiles con nombres muy atractivos como Lido, Apolo, Capri, Chino, Rex Condal, Radio Teatro... que ofertaban numerosas atracciones de variedades arrevistadas y circenses: vedettes, magos, transformistas, cantantes melódicos, folclóricas de interminable bata de cola, contadores de chistes, imitadores, parodistas, malabaristas... Ofrecían, además, varias funciones a lo largo del día, a veces, como el mítico Teatro Chino de Manolita Chen hasta 8. Sus precios, siempre de carácter popular intentaba acercar al espectador de a pie sus atracciones, para lo que se crearon los míticos vales de descuento.
Os contaré su historia.
Su empleo se remonta hasta finales de los años cuarenta cuando Chen Tse-Ping, propietario del Teatro-Circo Chino y, a la sazón, marido de la bellísima vedette Manolita Chen, recorrían los caminos de la España de la época amparados en una más que merecida fama. Su carpa llegaba a aquellas poblaciones en las que el resto de compañías no podía llegar y ofrecían así, pues, teatro en inhóspitos pueblos en ferias y fiestas de las localidades nacionales. Para conseguir llenar su toldo de espectadores, Chen, avispado empresario decidió crear, dentro de su aparato publicitario, una especie de entrada a través de la cual el espectador pudiera obtener un descuento del precio total de la entrada en taquilla. Aquéllas solían repartirse unos días antes de la llegada del teatro ambulante en bares, kioskos, tiendas... y formaron parte inherente de la historia de estas formas parateatrales del arte escénico. Prontamente y, debido a su éxito, otras carpas se lanzaron a copiar el sistema ideado por Chen Tse-Ping: el Teatro Lido, el Teatro Apolo o el Teatro Capri fueron algunos de ellos. Y hoy, en algunos mercadillos o en tiendas de coleccionismo buscamos apasionadamente poseer algunos de estos vales de descuento que forman ya parte ineludible de la historia de nuestra revista musical española... Ay, aquellos inolvidables vales de descuento...
1 comentario:
Por favor, podéis hacer el favor de informarme el año al que corresponde esa entrada.
Muchas gracias de antemano.
Joseja Zamarbide de Pamplona
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