Por el escenario de Morocco no sólo pasaban bailarinas dispuestas, tras la actuación, al alterne con el cliente, sino que, siguiendo la mejor tradición del cabaret o music hall, los mejores humoristas del momento, Cassen, las voces más privilegiadas, Lolita Garrido, o las vedettes más impresionantes, Maruja Iglesias, eran atracciones habituales. Basta recordar que Morocco tenía dos orquestas. Una propia. Y así, llegamos a los años 70, y Morocco se adapta a los nuevos tiempos, destape, chiste verde y a la sátira, ya que el corsé de la Dictadura se iba aflojando y la Democracia apuntaba inexorablemente. Cambios profundos en la sociedad española y cambios también en Morocco. Por primera vez iba a cambiar de nombre y en el otoño de 1978, pasó a denominarse "Talismán", nombre con el que le bautizó la extraordinaria Lucía Bosé. Fueron cinco años, hasta el año 1983, de esplendor y éxito. Con actuaciones folklóricas, desnudos integrales, los boleros con Moncho, los chistes con Eugenio y … las orquestas, siempre las orquestas.
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