Sus resplandeciente vestuario, su amplia sonrisa y ese modo de actuación sensual y gracioso al mismo tiempo la convirtieron en una de las vedettes predilectas del público local, que siguió también su labor radial en los programas "Canciones y Sonrisas de América" (1947) con Fidel Pintos, y "Belleza tropical" (1949) con Pablo Palitos.A raíz de su éxito, fue tentada para actuar en cine, que en ese entonces atravesaba su mejor momento, y al tope en el mercado hispanoamericano gracias a la calidad de sus estrellas, Luis Sandrini, Libertad Lamarque, Nini Marshall, Hugo del Carril, Zully Moreno, Pepe Arias, Mirtha Legrand y muchísimas más.Habiendo filmado entre 1948 y 1958 diez películas en el cine argentino, debutó con "Cuidado con las imitaciones" (1948) con el grupo cómico los Cinco Grandes del Buen Humor. Luego le siguieron "Una noche en el Ta Ba Rin" (1949) con Pepe Iglesias "El Zorro", "Buenos Aires a la vista" (1950) con Agustín Irusta, "El seductor" (1950) con Luis Sandrini, "A la habana me voy" (1950) con Tito Lusiardo, "Locuras, tiros y mambo" (1951) nuevamente con los Cinco Grandes del Buen Humor, "Una cubana en España" (1951) también con Tito Lusiardo, "Bárbara atómica" (1952) con Juan Carlos Thorry, "Mi viudo y yo" (1954) con Alberto Closas, y entre otras "Casada y señorita" (1954) junto a Adolfo Stray, Pedro Quartucci, Tato Bores y el cantante Fernando Albuerne.Dirigida por los mejores directores argentinos de ese momento, Luis César Amadori, Luis Bayón Herrera, Julio Saraceni, Enrique Cahen Salaberry, Carlos Rinaldi y otros, Blanquita brilló en esa época de oro del cine argentino con su gracia caribeña y su personal talento.
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