¡VIVA LA REVISTA!

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sábado, 8 de diciembre de 2007

Celia Gámez, la reina de la revista (IV)


En 1928 estrena en el Romea, sin haber desaparecido aún de cartel Las castigadoras, la obra Las lloronas, donde se hicieron prontamente populares el fox de “Las cocteleras” y el de “Las ratas de hotel”; por su parte y, en ese mismo año, estrena en Eslava Roxana, la cortesana y La Cascada “Balneario de Moda”. Al año siguiente obtendrá un merecido éxito con ¡Por si las moscas!, de Vela, Campúa y Alonso, destacando de entre sus números musicales el chotis de “La Manuela”, aquella mujer fervientemente admiradora, pendiente de Hollywood a todas horas y que se dejaba seducir por las estrellas cinematográficas de la época como Charlot, Ramón Novarro “que en los besos era un tío”, Douglas Fairbanks o Clara Bow (a quien posteriormente volvería a recordar en un número musical de Las Leandras) y “la del Río”, actrices que, según rezaba la letra del chotis, “la volvían loca”.
En este año estrenará además la revista con libreto de Borrás, Paso y música del maestro Luna, El antojo, de donde destaca el pasacalle del mismo título o “La chacarerita”, canción típica argentina, tierra a la que Celia no olvidaba nunca a pesar de desarrollar su vida y su trabajo en España y La Martingala, ambas en el Romea de Madrid.
A instancias del maestro Alonso, Celia se opera de amígdalas y su voz deja de ser metálica y nasal y toma clases de danza con María Esparza.
Su siguiente éxito será en el Eslava con el reestreno de Las cariñosas de Lozano, Arroyo, Alonso y Belda en 1930, revista a la que pertenece otro célebre chotis compuesto nuevamente por el maestro granadino sobre un taxi camino de Puerta Real y gracias al papel que el propio taxista le prestó. Se trataba de “La Lola”, entonado por vez primera en 1928 por la vedette Rosita Cadenas, siendo repetido hasta en cinco ocasiones la noche de su estreno.
Ese mismo año de 1930 estrenaría además Las pantorrillas, de Soutullo y Vert, título que hace mención a su vez al pasodoble que previamente hubo cantado en ¡Por si las moscas!; el pasatiempo cómico-lírico de Emilio González del Castillo y José Muñoz Román en colaboración con los maestros Alonso y Belda Las guapas, el 13 de junio, en las tablas del Teatro Eslava, de donde destacaron el pasacalle de los Pepe-Hillos y una canción moderna a ritmo de fox titulada “¡Mozo, venga whisky!”.
A Celia, ya se la empieza a conocer por todo Madrid como “Nuestra Señora de los Buenos Muslos” y en el mes de julio, el poeta Eduardo Marquina le recitará con motivo de un multitudinario homenaje que le rindieron, una composición poética de 219 versos en su honor:
Celia, arrogante y serena,
mixta de halago y pasión,
tul blanco hecho pañolón
para corros de verbena.
Lucero en su amanecer,
suave mirar de mujer
que en tus ojos, cuando alegras
con ellos nuestro querer,
pones la calma, al caer
de dos grandes alas negras.
¡Dios te pague el resplandor
que trajo a nuestra heredad
tu exótica novedad
de maja inédita, flor
de las majas de esta edad!...
(...) Celia, a tu cuerpo ceñido;
y fue discreta elección
vestirte de noche, con
oro de astros diluido...
Porque así, conforme estás,
las pupilas entornadas,
todas tus líneas, veladas
da sombra o en fuego, y, más
que encubiertas, subrayadas.
¡Parece que sólo vas
vestida de tus miradas!

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