Nombre
artístico de María Bragas Begoña. Dedicada al principio de su carrera al género
de las variedades donde empezó a los catorce años actuando en los locales
dedicados a este género por el Sindicato de Espectáculos regido por la CNT
durante la guerra. Tras el conflicto bélico del 36, cantaba el repertorio de
Quintero, León y Quiroga. En 1943 se enrola en la compañía de Juanita Reina y
en 1945 en la de Lola Flores y Manolo Caracol. Al año siguiente, Matías Colsada
la contrató para una de sus muchas compañías de revistas como primera vedette
estrenando De la Tierra a Venus.
Con unas excelentes dotes para el
cante, el baile y la interpretación, poseía un fuerte matiz flamenco y una
gracia singular que la permitió participar en múltiples obras de índole
revisteril como Tres días para quererte (1945), ¡Róbame esta noche!
(1947), ¡A La Habana me voy! (1948), ¡A vivir del cuento! (1952),
Los líos de Elías (1954), Timoteo, ¿qué las das? (1957), ¡Más
mujeres! (1957), Sofía y la Loren (1956), Las siete mujeres de
Adán (1957), Bésame con música (1958), Manolo ante el peligro
o Festival del beso (1958), ¡Ay, qué pícaras faldas! (1960), Las
alegres chicas de Portofino (1960), El hijo de Anastasia (1961), ¡Qué
bello es ser tonto! (1971)..., muchas de ellas junto a su inseparable
Antonio Garisa, con quien forma compañía recorriendo España entera cosechando
innumerables aplausos.
Una
vez que su carrera en espectáculos musicales comienza a languidecer emprende su
carrera cinematográfica, que se inicia con La Reina del Tabarín (1960),
de Jesús
Franco. Su perfil en la pantalla grande responde al registro cómico casi
siempre en personajes secundarios de presencia castiza y descarada como la
prostituta que interpreta en ¡Cómo está el servicio!
(1968), de Mariano Ozores. Interviene igualmente, entre otras,
en El hombre que se
quiso matar (1970), La boda del señor cura (1979), ...Y al tercer año, resucitó
(1980), las tres de Rafael Gil, ¡Qué verde era mi duque! (1980), de José María Forqué o La Lola se va a los puertos
(1993), de Josefina Molina y protagonizada por Rocío
Jurado.
Paralelamente
continua trabajando en teatro consolidando su posición como una de las actrices
cómicas por excelencia de la escena española. Lo avalan obras como ¡Cómo
está el servicio! (1968), de Alfonso
Paso, Los viernes a las seis (1976), de Juan José Alonso Millán, con José
Bódalo, Los ladrones somos gente honrada
(1985), de Enrique Jardiel Poncela, Los
caciques (1987), Con la mosca en la oreja (1988), con Analía
Gadé, La venganza de la Petra (1991), de Carlos
Arniches, El caballero de las espuelas de
oro (1994), de Alejandro Casona, Picospardo's (1995), de
Javier García Mauriño o Aprobado en castidad (2001) de Luis Peñafiel, o El cianuro ¿solo o con leche?
(2003), de Alonso Millán, con María
Isbert. No obstante también ha demostrado sus dotes para la tragedia en Doña Rosita, la soltera (1988), de Federico García Lorca, con Silvia
Marsó, Vicky Lagos y Julia
Martínez, bajo dirección de José
Tamayo.
Si bien viene
interpretando pequeños papeles en televisión desde la década de los sesenta, el
perosnaje por el que más se la recuerda en la pequeña pantalla es el de Asunción,
la tía de Reme (Lina Morgan) en la serie de TVE
Hostal Royal Manzanares (1996-1998).
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