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Gigantescas vedettes de madera en los que se exageraba notablemente algunos aspectos de su anatomía, caricaturas o retratos de los cómicos amén de múltiples dibujos de vicetiples y otros artífices del espectáculo, salpimentaban las marquesinas en las que las bombillas de colores, las estrellas y monumentales letras de diversos caracteres atraían considerablemente a numerosos espectadores ansiosos por contemplar la belleza de vedettes como Tania Doris, Addy Ventura, Lina Morgan o Celia Gámez. Eran otros tiempos, tiempos en los que en alguna que otra ocasión la censura extendió su brazo a este tipo de emplezamiento publicitario porque el pintor o constructor de turno se había pasado construyendo unos senos o piernas demasiado prominenentes; sin embargo, quién no recuerda unas coloristas y maravillosas marquesinas que ya, desde su entrada, anunciaban el mágico mundo interior que latía tras aquellas paredes.
* La foto que acompaña al presente artículo procede del archivo particular de Carolina Figueras, una de aquellas simpáticas "chicas alegres de Colsada".
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