Acabo de enterarme de tu pérdida y me ha dejado profundamente consternado. Te he llamado y mandado mensajes a tu móvil pero nunca me contestabas y bien que me extrañaba, ya que siempre solías hacerlo. Al enterarme por tu muro de Facebook de tu partida, no sabía cómo reaccionar. Parece que fue ayer cuando nos conocimos gracias ala publicación de mi libro sobre la revista YOLA. Te lo envié y, desde entonces, compartimos e intercambiamos decenas de recuerdos, grabaciones y fotos de LA REINA, doña Celia. ¡Cuánto aprendí de ti y de las veces que la viste! Y aún conservo aquella foto que te hiciste junto a ella en NOSTALGIA allá por 1984 en su camerino del Teatro La Latina de Madrid. Ahora, probablemente, estarás junto a ella, con tu admirada Celia. ¡qué suerte, maestro! Tus manos de ángel supieron tallar con la certera prestancia de un artista esa preciada escultura de Nuestra Señora de los Buenos Muslos. ¡Cómo me gustaba cuando me enviabas fotos de Celia cada vez que la cambiabas de traje! No sé qué habrá podido ser de ella o de si tu familia la seguirá o no conservando pero bien mereciera estar en un museo o poder comprársela a tus descendientes en el caso de no quererla. Sería tu mejor herencia y el mejor legado que podrías dejarme, sabes que la adoraba como tú. Maestro, donde quiera que estés, buen viaje y que Dios te bendiga. D.E.P., Fernando de Vicente López, restaurador, escultor, artista, amigo.
P.D: Por favor, si hay algún familiar que pueda ponerse en contacto conmigo para saber qué ha sucedido con el paradero de la figura de Celia Gámez, hágalo al correo montijanoruiz@yahoo.es
Fernando no hubiera querido que cayera en malas manos. Adiós, amigo, desde el fondo de mi corazón y con todo el cariño del mundo. Te sigo admirando.
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