¡VIVA LA REVISTA!

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martes, 10 de marzo de 2009

Casi un siglo de... LA CORTE DE FARAÓN (XVI)

La acción en Menflis, pueblo imaginario, en donde tienen el buen gusto de vestir de charros, por cuyo motivo, a excepción de los toreros, todos vestirán este traje.

Notas
Recomendamos a todos los señores directores de escena que en las colocaciones, gestos y aptitudes de los personajes se parodien con toda exactitud los de La Corte de Faraón, pues es un elemento muy importante para el buen éxito de esta obra.
Durante todas las mutaciones caerá un telón de cuadro, cuya confección dejamos a gusto del pintor, ateniéndose a las siguientes observaciones: todo el telón es media plaza de toros vista desde el centro del redondel. No se verá más que los extremos de esta plaza, pues cubre todo el fondo un tapiz sostenido por dos gallardetes colocados en los extremos de la decoración. El centro de este tapiz representa la escena de la cogida de EL BUTIFARRA, como él la explica en el segundo cuadro. Completan el adorno del tapiz siluetas de lidiadores ejecutando diversas suertes del toreo. De uno de los gallardetes pende un cartel de toros que dice en letras grandes lo siguiente: «Plaza de toros de Soria. Gran corrida de novillos. Espadas, Fidel García (TAPONCITO CHICO) y Rafael Meliá (LAPICERO GRANDE). Toros de...»; y cubriendo la ganadería éste: «Aviso. Por indisposición del Taponcito al dar el salto... de la garrocha, se encarga repentinamente de la lidia el diestro de Menflis EL BUTIFARRA. Precios, etcétera...». Al pie de los gallardetes y casi en tamaño natural hay un picador poniendo una puya, y en el otro un Don Tancredo ejecutando su suerte. Todas estas figuras en caricaturas.
La decoración en Madrid la pintó el Señor Gallo.

Acto único

Cuadro I
La vuelta del torero

La plaza de la Constitución en Menflis, cabeza de partido. A la derecha del actor, una farola y al pie de ésta, un banco de paseo (entiéndase bien, no es que está el banco de paseo, sino que es de los que se usan en los paseos). A la izquierda entrada y fachada del Ayuntamiento de estilo gótico o babilónico, es igual, y en último caso, si no lo hubiese de estos estilos, puede ponerse un trasto cualquiera. Al fondo, y perdiéndose, de forma que casi no se vea, una estación de ferrocarril de ésas en que no paran más que los mercancías. Todas las cajas libres, para lo cual no debe haber nadie en ellas. Junto a la farola una taberna. Toda la escena estará adornada con cadenetas de papel de varios colores.

Al levantarse el telón, aparecen EL TÍO PELEÓN y LA ALCALDESA sentados en el banco. Junto a ellos EL TABERNERO, y repartidos por la escena el Coro general, vestidos de charros. Están esperando el tren, que trae cuatro horas de retraso.

(Música.)

CORO
¡De Soria,
de Soria
vuelve triunfador,
que ya no es un menflis
al fin demostró!
¡De Soria!
¡De Soria!
¡De Soria!
¡¡De Soria!!

EL TABERNERO
¿Es que pregonan mantequilla?

LA ALCALDESA
¡Es que viene Butifarra!

EL TÍO PELEÓN
Gracias, valientes charros
y hermosas charras,
por el recibimiento
del Butifarra.


CORO
¡Butifarra!
¡Butifarra!
¡Viva Butifarra!
¡Viva!

EL TABERNERO
Con sus luengas barbas
viene el Alguacil;
de ca e la Carlota
dejadle salir.

(Aparece en el portal del Ayuntamiento EL ALGUACIL con barbas negras muy largas. Detrás sale LA CARLOTA, y con ella RAFAELA y MARÍA, dos criadas.)

EL ALGUACIL
¡Maldita escalera!
¡Caramba, qué horror!


(Sale LA CARLOTA y tropieza.)
¡Tropezó Carlota!

CORO
¡Vaya un tropezón!

LA ALCALDESA
Por fin viene tu marido,
el valiente Butifarra.
¡Te tendrán la mar de envidia
los gallegos y las charras!

CORO
¡Butifarra!
¡Butifarra!
¡Viva Butifarra!

LA CARLOTA
La Carlota ya está aquí,
una jembra de mistó,
y aunque estoy recién casada
mi marido no me vio.

CORO
No la vio,
no la vio,
no la vio,
y aunque está recién casada
su marido no la vio.
¡Qué dolor!
¡Qué dolor!

LA CARLOTA
Me he llevado dos meses
aquí encerrada,
por el tío de las barbas
muy vigilada.

EL ALGUACIL
Ya veis, amigas mías,
que quien la cela
es un tío serrano
con toa la barba.

CORO
¡Negra!

RAFAELA y MARÍA
Del bravo torero
la esposa eres ya,
aquí tus fregonas
albricias te dan.

CORO
Has llevado dos meses
ahí encerrada...

(Se oye el pito del tren que llega y una voz que dice: «¡Menflis, sesenta y dos minutos!». Van saliendo algunos viajeros, con maletas, líos de escobas, tarros de manteca... La campana del Ayuntamiento toca a rebato y sale por el portalón la corporación municipal con dos Maceros a la cabeza. A su tiempo aparece EL BUTIFARRA, que es un torero bastante feo, peor trajeado y con varias cicatrices en la cara. Vienen con él PITÍ y MINÍ, de la misma facha. El primero es el matador, el otro el picador y el último un banderillero, y traen respectivamente un lío con maletas y estoques, dos garrochas y un lío de capotes y varias banderillas. Por cualquier parte sale la banda de bandurrias y guitarras. Cuando abrazan a EL BUTIFARRA, éste da los líos al que tenga más cerca. Gran entusiasmo en todos los que están en escena, incluso en el Coro, aunque a éstos no hace falta advertírselo.)
Ya viene la cuadrilla
del Butifarra;
preparen las bandurrias
y las guitarras.

(Los que llevan bandurrias y guitarras se preparan para tocar. Los Maceros se colocan junto a la farola. Los viajeros se quedan para ver lo que pasa y los que traen mantequilla, como ven tanta gente, también se quedan, esperando vender su mercancía.)

EL ALGUACIL
¡Ritorna, ninchitor!

CORO
¡Ritorna, ninchitor!

EL TÍO PELEÓN
¿Eso es de la Aida?

EL TABERNERO
¡Eso es de la vuelta de Butifarra!

(Todos abrazan a EL BUTIFARRA y le dan palmaditas en la espalda.)

EL BUTIFARRA
(Muy triste, como el que tiene algo, y no tiene nada.)
¡Abrazos por delante!
¡Palmadas por detrás!

LA CARLOTA
(Llamándole ruborosa.)
¡Butifarra!

EL BUTIFARRA
(Más triste.)
¡Qué trabajo!

EL TÍO PELEÓN
¡Contesta!

EL BUTIFARRA
(Con voz débil.)
¡Voy allá!

LA ALCALDESA
Tu esposa que te espera
te llama con amor;
te aguarda hace dos meses,
consuela su dolor.

EL BUTIFARRA
¡Horror!

PITÍ
¡Horror!

MINÍ
¡Horror!


PITÍ y MINÍ
¡En cuanto que se enteren...!
¡Qué furor!

EL BUTIFARRA
Vengo curado
de una cogida,
mujer querida,
no podré yo
ser buen casado.
¡No me consagro
si algún milagro
no hace el señor!

EL ALGUACIL
¡Repara en la Carlota!

EL BUTIFARRA
¡Jesús, qué guapa está!

PITÍ y MINÍ
¡Vaya una puntería
que tuvo el animal!

EL ALGUACIL
¡Tu casa te espera!

EL TÍO PELEÓN
Pues vamos hacia allá,
que allí en su casa debo
volvérsela a entregar.

(Se marchan todos por el Ayuntamiento, quedando en escena PITÍ y MINÍ. Cesa la música.)

(Hablado.)

MINÍ
¿Pití? ¿Qué te paece el caso?

PITÍ
¡Miní! ¡Me paece mentira!
¡Ya ves el recibimiento!
¡Igual que la despedida!
Su padrino es el alcalde
y el vecindario lo mima.

MINÍ
Como que están medio locos
con haber sacao de pila
a un torero; ¡es el primero
que sale del pueblo!

PITÍ
¡Mira
que está en un caso el muchacho!...

MINÍ
¡Como que pa mí no atina!
Ya ves en tan poco tiempo
to lo que se viene encima:
Ha dos meses se casó
con Carlota la castiza
el valiente Butifarra,
y en el mismísimo día,
casi al salir de la iglesia,
lo llaman pa una corrida
en Soria; el hombre lo deja
todo y sale de estampía,
quedándose la muchacha
en situación muy equívoca:
ni soltera, ni casada
y con un guarda de vista,
el Alguacil, que la cela
en tanto su esposo arriba.
Llega éste a Soria y un toro
de una cornada maldita
hecha por tierra ilusiones,
porvenir, proyectos, dicha...
Y gracias a que el doctor
pudo salvarle la vida.
Llega hoy y se le presenta
la señora.

PITÍ
¡Pobrecilla!
En cuanto sepa el percance
se va a llenar de ictericia
y pue que espiche la pobre.

MINÍ
¡No te apures que no espicha!
En este mundo las cosas
son según cómo se miran
y las que paecen más graves
son tal vez las más sencillas.

PITÍ
¡La ha metido el Butifarra!

MINÍ
¡Qué ha de meter, no seas lila!
¡Es un caso fortuito
y él no tie culpa!

(Se oyen voces por la izquierda.)

PITÍ
(Subiendo al foro.)
¿Quién grita?

MINÍ
(Subiendo al foro.)
El Cabo del municipio,
un gitano y dos guindillas.

PITÍ
¿Qué quedrán?

EL CABO DE MUNICIPALES
(Sacando a empellones a PEPIYO, un gitanillo en mangas de camisa, que viene entre dos Guardias.)
¡Arza pa'lante!
So sicalíztico... Aviva...


PEPIYO
¡Por Dios, que no lo haré más!

EL CABO DE MUNICIPALES
¡A callar!
(A los toreros.)
Muy buenos días.

PITÍ
¡Hola, Cabo!...

EL CABO DE MUNICIPALES
¡Adiós, maletas
estropeás!

PITÍ
¡Qué bonita
frase de salutación!


EL CABO DE MUNICIPALES
Es el saludo que hoy priva.

MINÍ
¿Qué traes ahí?

EL CABO DE MUNICIPALES
Un gitano,
que le ha dado la manía
de bañarse en cueritatis
en la alberca de ahí arriba,
y están toas las lavanderas
soliviantás.

PEPIYO
¡Es mentira!

EL CABO DE MUNICIPALES
Pos toa tu gente lo dice.

PEPIYO
¡Embustes de mi familia!

EL CABO DE MUNICIPALES
Y to el pueblo que te ha visto...

PEPIYO
¿El qué?

EL CABO DE MUNICIPALES
Bañarte de día
e insultar a las muchachas...

PEPIYO
Pues son nada más que envidias...
Que como soy jovencillo,
y como no tengo espinas
en la lengua, y al bañarme
se llena el pozo de chicas
que me preguntan mil cosas
y me miran y remiran,
di en decirlas las verdades
que a mi boca se venían,
y las llamaba... ¡Calculen
lo que yo las llamaría!
Se enteró de esto el alcalde,
se fue en queja a mi familia,
y ellos, por estar tranquilos,
y él, por dar gusto a las chicas,
o me zampan en la cárcel
o me marcho de la villa,
y heme aquí, por neurasténico,
siendo el blanco de sus iras.

PITÍ
¿Neurasténico? ¿Y qué es eso?

PEPIYO
Pues no lo sé a cosa fija;
pero, según me contaron,
esta neurastenia mía
es «que las hembras me gustan,
pero no me son precisas».
Así, que cuando se acercan,
un fuego tal me domina,
que a escape me voy al baño
y así el fuego se me alivia.

PITÍ
No seas primo, no te bañes
y búscate otra combina
pa que se te pase el fuego.

PEPIYO
¡No la encuentro!

MINÍ
¡Vaya un lila!


PITÍ
¿De mo que pa ti las hembras...?

PEPIYO
¡Lo dicho! ¡Fruta prohibida!
¡Por eso busco en el baño,
cuando el fuego me domina,
un alivio de momento
a esta neurastenia mía!

EL CABO DE MUNICIPALES
¡Y si no te vas del pueblo
menudo sobo te arriman!

MINÍ
¡Pobre chico!

PITÍ
Si quisieras
unirte a nuestra cuadrilla,
un mozo de estoques falta,
y quizás te convendría...

PEPIYO
¿Cuadrilla?

MINÍ
Sí, de toreros.

PEPIYO
¿Y cómo se denomina
el matador?

PITÍ
¡Butifarra!

PEPIYO
¡El Butifarra! ¡En seguida!
Así no me faltará
qué comer.

EL CABO DE MUNICIPALES
¿Qué? ¿Está ya lista
la contrata?

PITÍ
¡Ya lo creo!
En la tasca de la esquina
cerraremos el contrato,
y a presentarte en seguida.

EL CABO DE MUNICIPALES
¡Y así te marchas del pueblo
y te ahorras la paliza!

(Entran todos en la taberna.)

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