¡VIVA LA REVISTA!

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lunes, 25 de agosto de 2008

"Yo seré la tentación..." Mª de los Ángeles Santana (II)


El día en que María de los Ángeles Santana arribó a sus 90 años de edad en su casa de El Vedado habanero, respondió desde allí por teléfono, con su peculiar voz y rica dicción, a las preguntas de un reportero , ofreciendo cuidadosas disculpas por su insignificante demora cuando se trasladaba a buscar y verificar fechas de estreno y otros datos en sus libretas de apuntes, programas de mano, recortes de prensa, o en su biografía titulada Yo seré la tentación: María de los Ángeles Santana, escrita por el periodista Ramón Fajardo.
María de los Ángeles Santana Soravilla ("Mi segundo apellido es de origen Vasco").

Nació en La Habana, el 2 de agosto del año 1914.
Se inicia en 1933 como actriz en el cine, contratada por Películas Cubanas S.A., participando en numerosos filmes norteamericanos, mexicanos y argentinos, algunos en coproducción con Cuba.
Entre 1939 y 1942 trabaja intensamente en la radio cubana sin abandonar sus compromisos cinematográficos.
De 1943 a 1944 desarrolla una exitosa gira por México donde se destaca en el cine, el teatro y el cabaret, a la vez que incursiona en géneros como la opereta, la zarzuela y comedias musicales, compartiendo éxitos con figuras como Pedro Infante, Jorge Negrete y Cantinflas, entre otros.
En 1947 regresa a Cuba y se vincula a la compañías teatrales de Garrido y Piñero, y de Mario Martínez Casado.
En 1951, consagrada como vedette internacional, es contratada para actuar en España en el protagónico del espectáculo Tentación que se mantuvo durante cuatro años en cartelera en Madrid y, por lo que María de los Ángeles adquirió notoria fama y popularidad en el país.
A su regreso a La Habana en 1954 integra la Compañía de Ernesto Lecuona con la que hace gala de sus cualidades vocales-musicales e interpreta con notable reconocimiento versiones clásicas de las canciones del gran compositor cubano.
El triunfo de La Revolución la sorprende trabajando en la sala teatro Hubert de Blanck en la obra Mujeres, de la norteamericana Claire Booth Luce, que había sido estrenada en diciembre de 1958 con mucho éxito, dirigida por Cuqui Ponce de León y María Julia Casanova, donde, como parte de su personaje, interpretaba canciones de Olga de Blanck. Esta obra fue un suceso teatral, pues se mantuvo en cartelera -con un total de 324 funciones- hasta el 12 de marzo del año 1960, según refiere el investigador Jorge A. González en su Cronología del Teatro Dramático Habanero: 1936-1960.
Durante la década del 60 sigue trabajando en el teatro y se destacan sus participaciones en las obras presentadas en la Sala Arlequín, bajo la dirección artística de Rubén Vigón; entre ellas Un sorbo de miel y Algo no dicho.
En una temporada realizada en julio de 1961 interpreta el personaje de La Tabernera de La verbena da La Paloma, que con puesta en escena de Miguel de Grandy el Teatro Lírico Nacional de Cuba (que ha contado con diferentes nombres desde su creación) presentó en el habanero Teatro Payret, junto a Rosita Fornés, Armando Palacios, Armando Pico y otras importantes figuras nacionales; esta obra fue repuesta luego en diciembre del mismo año, y también durante el mes de abril del siguiente..
En 1970 Nelson Dorr, con adaptación suya y de Abelardo Estorino, la dirige en el protagónico de su puesta en escena sobre la divertida Tía Meim, de Patrick Dennis, que con sobresaliente aceptación de público y crítica asumió en el Teatro Mella, compartiendo con Enrique Almirante y otros entonces integrantes del colectivo Teatro Musical de La Habana.
En diciembre de 1976 María de los Ángeles aparece de nuevo en el teatro lírico habanero, esta vez en el personaje de Doña Rosa de Cecilia Valdés que bajo la dirección artística de Jesús (Chucho) Hernández se exhibió en el entonces Teatro García Lorca (Hoy Sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana), .
A principios de la década del 80 actúa en compañía de Enrique Santiesteban en Comedia a la antigua, del autor ruso Alexei Arbúzov, dirigida por María Elena Espinosa, en el Teatro Mella.
Su protagónico de Ampara en Una Casa Colonial, puesta en escena de Nelson Dorr, sobre el texto de su hermano Nicolás, estrenada en febrero de 1982 en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional, repuesta poco después en el Teatro Mella, no dejó dudas de que María de los Ángeles seguía siendo una de nuestras actrices con mayor carisma, más populares, y de más completo desenvolvimiento escénico.
Fundadora de la televisión cubana, su personaje de Remigia en el semanal "San Nicolás del Peladero", es uno de los más logrados y recordados roles humorísticos en toda la historia de nuestra T.V. al que acompañaban otras grandes figuras, como Germán Pinelli y Enrique Santiesteban
En cine podemos citar sus participaciones en "Romance del palmar" (1938, dirigida por Ramón Peón); "Estampas habaneras" (1939, direc. de Jaime Salvador); "Mi tía América" (1939, direc. Jaime Salvador) y en el mismo año actuó en el filme mexicano "Asesinato en los estudios".
En 1984 Daniel Díaz Torres la dirigió en la versión cinematográfica de "Una casa colonial", y en 1989 filmó "La vida en rosa" esta vez dirigida por Rolando Díaz.
En el año 2001 el Ministerio de Cultura cubano le concedió el Premio Nacional de Teatro, compartido con otra gran figura de su relieve: Rsoita Fornés. También posee otros galardones, premios y reconocimientos oficiales de diversas instituciones culturales por su larga, intensa y meritoria carrera artística.
María todavía accede a involucrarse en cortas apariciones de algunos proyectos artísticos, gracias a su indiscutible talento y a su buena salud. Su noble y hermosa sonrisa todavía puede ser un regalo inesperado, cuando con cierta frecuencia uno puede encontrarla en funciones de teatro, o en conciertos líricos.
No hay dudas de que para todos los cubanos es un alegre acontecimiento poder recibir otro 2 de agosto con María de los Ángeles entre nosotros, y por esa razón recibirá especialmente por estos días numerosas muestras de admiración, respeto y cariño, de instituciones, agrupaciones, y personas que le manifestarán el regocijo de compartir y celebrar su 90 cumpleaños.

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