¡VIVA LA REVISTA!

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martes, 5 de febrero de 2008

Grandes libretistas de la revista (XVII): Adrián Ortega


Este año de 2008 se cumple el centenario de uno de los comediógrafos más notables dentro del género que nos ocupa. Nos referimos a Adrián Ortega, el autor de nada más y nada menos que de uno de los más célebres pasodobles de todos los tiempos, “El beso”, perteneciente a la revista La estrella de Egipto, protagonizada por Celia Gámez en el madrileño Teatro Alcázar en 1947.Oriundo de La Habana, ciudad donde nació, su nacimiento se debió, fundamentalmente a que tanto sus padres como abuelos se encontraban de gira por América, continente donde residieron cerca de veinte años. Procedente de una familia dedicada de lleno al noble pero difícil arte de Talía desde sus tatarabuelos, era, por supuesto, inevitable su dedicación a este maravilloso mundo.Su debut teatral se produjo en el Teatro Payret de La Habana a la temprana edad de cuatro años. Tras el regreso de su familia a España al comienzo de la década dorada de los veinte, comenzó a trabajar en las compañías teatrales que poseyeron sus abuelos donde llegó a convertirse en un auténtico niño prodigio al encabezar toda una pléyade de comedias de muy diversos autores y estilos.Se educó en Valencia y, acabada la Guerra Civil entró primero como meritorio y, más tarde como galán joven en compañías como la de José Alfayate y María Fernanda Ladrón de Guevara. Ya en Madrid, es contratado por la Compañía de Comedias de Pepe Isbert, una de las más conocidas y prestigiosas de la época donde trabajaría como galán y actor cómico, papeles de los que nunca más volvería a desprenderse y en los que era un verdadero especialista.Pero no solamente el teatro ocuparía la mayor parte de la vida de este genio olvidado sino que el cine también comenzó a atraerle a partir de 1955 donde intervino en la película Rapto en la ciudad. Así pues, trabajó en más de sesenta filmes con los actores y directores más prolíficos y variados de su tiempo como José Luis Sáenz de Heredia, Fernando Palacios o Mariano Ozores. He aquí su filmografía tras su primera intervención para la gran pantalla: de 1955 es también Historias de la radio; en el 58 interviene en Las chicas de la Cruz Roja; 1960, Llama un tal Esteban; en 1962, Llovidos del cielo, El grano de mostaza, El balcón de la luna y Vuelve San Valentín; 1963, La verbena de la Paloma, Marisol rumbo a Río y Llegar a más; en el 64, Como dos gotas de agua y El espontáneo; 1965, Historias de la televisión y la versión moderna de Currito de la Cruz con Paco Rabal, Carmen Sevilla y Arturo Fernández; del 66 es La tía de Carlos en minifalda; en 1968, Pecados conyugales, basada en la comedia homónima de Juanjo Alonso Millán, otro gran olvidado de nuestra escena contemporánea; en 1969 interviene en el filme De picos pardos por la ciudad; en el 70, La banda de los tres crisantemos y No desearás al vecino del quinto, un auténtico bombazo fílmico de la época; 1971, Los gallos de la madrugada con una espléndida y bellísima “chica de Celia Gámez”, esto es, la gran Concha Velasco y el “héroe del franquismo”, Alfredo Mayo; en el 72, Guapo heredero busca esposa; Dormir y ligar todo es empezar en 1974; Sólo ante el streaking y Los pecados de una chica casi decente en 1975, esta última basada en el éxito teatral de Pedro Mario Herrero Balada de los tres inocentes junto a Lina Morgan, Antonio Ferrandis, Alfredo Landa y la gra e inolvidable vedette, que fue Queta Claver; del 76 son Alcalde por elección y Nosotros, los decentes; en el 77 intervine en los filmes Un día con Sergio, para el lucimiento de Lina Morgan, Tres días de noviembre y El apolítico con López Vázquez y Carmen Sevilla; 1979 acoge un “boom”, Los bingueros, que se convierte en una de las películas más taquilleras de la historia del cine español; en 1980 actúa en ...Y al tercer año resucitó, El erótico enmascarado, Yo hice a Roque III, Hijos de papá y El liguero mágico; en el 81, Queremos un hijo tuyo, Todos al suelo, El primer divorcio, Patrimonio nacional, Los liantes, ¿Dónde estará mi niño?, La masajista vocacional, Un millón por tu historia, ¡Qué gozada de divorcio! y Brujas mágicas; en 1982, ¡Que vienen los socialistas!, Padre no hay más que dos, Cristóbal Colón de oficio... descubridor y Le llamaban J.R.; de 1983 son Agítese antes de usarla, Juana la Loca... de vez en cuando, La loca historia de los tres mosqueteros y El arreglo; en 1984 interviene en un solo filme, Al este del Oeste. Su última intervención cinematográfica sería en 1986 con la excelente película Tata mía bajo la batuta de José Luis Borau.Sin embargo siempre sería el teatro su verdadera y única vocación; tanto desde el ámbito de la actuación como en el de la autoría. En el primer caso interpretó desde a Alfonso Paso, Muñoz Seca, Miguel Mihura interviniendo en veinte comedias y más de sesenta revistas como Mujeres o Diosas (1955), Las fascinadoras (1965), El barbero de Melilla (1965), Las intocables (1966), Vengan maridos a mí (1967), ¡Quiero ser mamá! (1967), Las atrevidas (1968), El chulo (1968), Una noche movidita (1968), Trasplantes de marido (1969), Mi marido es un tormento (1970)... Trabajó para Colsada y actuó junto a las mejores vedettes y primeros actores de aquellos tiempos como Addy Ventura, Queta Claver, Licia Calderón, Vicky Lussón, Vicky Santel, Lilian de Celis... Andrés Pajares, Juanito Navarro, José Orjas, Luis Cuenca, Rafael Castejón...Como director y autor, su carrera fue de los más variada, prolija y densa. Su primera comedia, Telia de Montrex, fue estrenada por la Compañía de Mª Fernanda Ladrón de Guevara. Ella le volvió a estrenar dos obras más. Junto a ella, otras célebres compañías de la época como la de Aurora Redondo, Pepe Alfayate, Juanito Navarro, Jesús Guzmán, Antonio Garisa, Mary Paz Pondal, Alfonso Lussón, Manolo Codeso, Quique Camoiras, del que fue gran amigo, entre otras que pusieron en escena comedias suyas como Don Armando Gresca, El tonto es un sabio, El hombre de rojo, Ponte el bigote, Manolo, etc. y así hasta totalizar más de 45 comedias estrenadas todas en Madrid.En cuanto a la revista, ya hemos señalado antes su labor como actor pero, además, creó múltiples, muchas de ellas célebres como La estrella de Egipto donde junto al maestro Fernando Moraleda compuso el celebérrimo pasodoble “El beso” tan versionado por tantos artistas posteriores que nunca tuvo una mejor intérprete que Celia Gámez, actriz para la que fue expresamente creado y que ha sido utilizado en múltiples bandas sonoras como las de las películas El balcón de la luna (1962), A la pálida luz de la luna (1985) o La pasión turca (1994), entre otras. También escribió para Celia otra revista de la que no se conserva ninguna grabación sonora aunque las críticas de la época apuntaban que fue todo un alarde de lujo su puesta en escena en lo referido a decorados y figurines. Nos referimos a Las siete llaves junto al maestro Isi Fabra en 1949. Otras revistas suyas fueron Mujeres o Diosas (1955) cuyo éxito duró más de tres años, ¡Qué mujeres! Beldades y mentiras (1957), Las fascinadoras (1965), ¡Quiero un bebé! (1965)...Adrián Ortega murió el 2 de abril de 1996 y, como casi siempre suele pasar en este país, su fallecimiento pasó prácticamente desapercibido para los medios de comunicación; sin embargo, siempre nos quedará en el recuerdo por haber sido el autor de una de las melodías más importantes del acervo cultural español y, mientras siga cantándose, Adrián Ortega permanecerá vivo y en nuestro recuerdo haciéndonos creer que “la española cuando besa es que besa de verdad...”

Sirvan pues estas palabras como adelanto del homenaje que, a través de esta página le dedicaremos a uno de los más grandes actores cómicos y mejores libretistas que dio nuestro extinto siglo XX.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Licia Calderón, bellísima y buena mujer, de sentimientos

Anónimo dijo...

Licia Calderón, buena persona y bellísima