¡VIVA LA REVISTA!

¡VIVA LA REVISTA!

domingo, 23 de septiembre de 2007

¡VIVA LA REVISTA!


Bienvenidos. Hoy nace, gracias a las nuevas posibilidades que nos ofrecen las tecnologías informáticas, un espacio que pretende eregirse como homenaje a uno de los géneros teatrales, menor, según unos, pseudo género, según otros, que tantas alegrías y sonrisas repartió a varias generaciones de españoles que tuvieron la suerte de poder disfrutarlo. Sí, señores lectores, porque hoy vuelve, tras una larga hibernación, nuestra revista, la genuina comedia musical española y, junto a ella, toda una pléyade de libretistas, compositores, vedettes, vicetiples, cómicos, galanes y demás artífices que encumbraron al GÉNERO a verdaderas cotas de popularidad inusitada.

¡Ay, señores! Cuántas vedettes desfilaron por las añoradas pasarelas de escenarios como el Romea, Eslava, Pavón, Maravillas, Alcázar, La Latina, Coliseum, Fuencarral, Martín... y cuántos actores y cómicos se forjaron en sus carcomidas tablas...

¿Recuerdan a Lepe, Cervera, Bárcenas, Heredia, Zori, Santos, Codeso, Ángel de Andrés, Luis Cuenca, Pedro Peña, Quique Camoiras, Rubens García, Alfonso del Real...?

¿Acaso han podido olvidarse de Celia Gámez, Queta Claver, Virginia de Matos, Irene y Raquel Daina, Mari Luz Real, Monique Thibout, Maruja Tomás, Helga Liné, Licia Calderón, Esperanza Roy o Lina Morgan?

¿No figuran acaso en su acervo popular el "Pichi", "Los nardos", "El beso", la "Estudiantina portuguesa", "Luna de España" o "Tomar la vida en serio"?

Pues si es de los que tuvo la oportunidad de asistir a algún estreno revisteril, conocer a alguna de sus rutilantes estrellas, haber contemplado a preciosas vicetiples y no menos atractivos boys, haber tarareado multitud de pegadizas e inolvidables melodías e incluso de haberse delitado con El águila de fuego, Las leandras, La hechicera en palacio, La blanca doble, Yola, La Cenicienta del Palace o La chacha, Rodríguez y su padre, éste es su sitio, éste es su blog.

Juntos haremos un repaso por aquellas grandes revistas que marcaron una época, por aquellas otras que también pasaron prácticamente desapercibidas, rescataremos del más profundo de los olvidos a sus estrellas y les brindaremos el homenaje, el merecido homenaje, a tantos actores, libretistas, compositores y actrices que fraguaron, gracias a su arduo esfuerzo un género que, aquellos que se dan a sí mismo el calificativo de críticos y especialistas en materia dramática, han venido a olvidar en sus manuales sobre historia teatral contemporánea.

Mal que les pese a muchos, no se puede establecer una verdadera historia del teatro español en su siglo XX sin tratar a la revista. Unos la criticaron y prohibieron. Otros la censuraron e hicieron lo posible porque se olvidara; pero gracias a la picaresca que nos caracteriza a los españoles, el género pudo continuar hasta la década de los noventa donde puede considerarse que comienza su hibernación.

Esperemos que algún avezado empresario o institución pública o privada pueda volver a poner en las tablas de algún coliseo madrileño una Luna de miel en El Cairo, aquella encantadora Doña Mariquita de mi corazón, Las leandras, Las de Villadiego, El águila de fuego o Yola. ¿Se imaginan lo que sería montar una de aquellas revistas con los adelantos técnicos de hoy?

Sirvan pues estas páginas como homenaje, como serio y riguroso homenaje al teatro frívolo español por excelencia; a la revista musical española.

Y ahora, arrellánense en sus butacas porque las luces de la batería acaban de iluminarse y un nutrido conjunto de 24 vicetiples 24 y 12 atractivos boys van a evolucionar por la pasarela para cortejar a la vedette de turno...

¡Viva la revista!

1 comentario:

fdevicente dijo...

una maravilla Juanjo.La Revista y el recuerdo de Celia nunca deben morir.