¡VIVA LA REVISTA!

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miércoles, 26 de septiembre de 2007

La Nati, mujer del "Pichi"


En 1932 y, tras el descomunal éxito obtenido con “Pichi” y Las leandras, el maestro Alonso compuso, en colaboración con J. Soriano, en las tareas de letrista, otro chotis expresamente para Celia Gámez, su “musa” de aquellos años, que hacía alusión a una hipotética e imaginaria mujer de aquel “chulo que castigaba del Portillo a la Arganzuela” y que la vedette comenzó a cantar en los fines de fiesta del célebre “pasatiempo cómico-lírico”. Ella se llamaba la Nati y estaba tan locamente enamorada de su Pichi que rogaba se lo devolvieran aquellas “chicuelas” que andaban todas locas por él. Su título, “La mujer del Pichi”.
El número en cuestión fue editado en mencionado año por Unión Musical Española con una tirada inicial de quinientos ejemplares y, aunque no es muy conocido, recomendamos la audición recogida por la casa Blue Moon, Serie Lírica en 1995 donde también podrán deleitarse con Las leandras, Las castigadoras y El cabaret de la academia. Puede encontrarse en http://www.fnac.es/, http://www.elcorteingles.com/ o cualquier tienda especializada. He aquí su letra. Disfrútenla:

Yo señores, soy la Nati,
la señora de ese Pichi
tan nombrao,
que avalora Las leandras,
la revista que más éxito
ha lograo.
Desde la niña gilí,
a la señora jamón
no hay en Madrid un socia
que no esté mochales
por ese ladrón.
Y andan tan locas por él
que me lo tienen copao,
y hace lo menos tres meses
que el muy sinvergüenza
ni un beso me ha dao.
¡Sí, señora! ¡Sí, señora!
Que se ha vuelto para mí
muy descastao.
¡Y yo nunca! ¡Y yo nunca!
Ni siquiera cuando sueño
le he faltao.
Pa que no haga mal papel
y que luego me repudie
por infiel.
Y a esto no hay derecho
por que mientras tanto
los celos me matan
y me ciega el llanto.
¡Ése es mi marío!
¡Ése Pichi es mío!
Y si me lo quitan
qué me va a quedar.
Yo sin él no vivo.
Yo sin él me muero
porque es muy gitano
y muy zaragatero,
y le pido a todas,
que ya me lo den
porque sin mi Pichi
no me encuentro bien.
¡Pichi!
¡Ven que yo te quiero tanto!
Que sin ti yo no me puedo
consolar de tu desdén,
porque sin mi Pichi
no me encuentro bien.



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